Se refiere a una serie de procesos físicos, químicos y biológicos que tienen como fin eliminar los contaminantes físicos, químicos y biológicos que están presentes en el agua que llega al ser humano. El objetivo del manejo es producir agua limpia o que pueda ser reutilizada en el ambiente y un residuo sólido o fango llamado también biosólido o lodo convenientes para su disposición o reuso. Es muy común llamarlo depuración de aguas residuales para distinguirlo del tratamiento de aguas potables.
Normalmente, el tratamiento de aguas residuales empieza por la separación física inicial de sólidos grandes es decir basura de la corriente de aguas domésticas o industriales empleando un sistema de rejillas como podría ser las mallas, aunque también pueden ser triturados esos materiales por equipo especial; posteriormente se aplica un desarenado es cuando separan los solidos pequeños como podría ser el caso de la arena seguido de una sedimentación primaria o un tratamiento similar que separe los sólidos suspendidos existentes en el agua residual. Para eliminar metales disueltos se utilizan reacciones de precipitación, que se utilizan para eliminar plomo y fósforo principalmente.
Después sigue la conversión progresiva de la materia biológica disuelta en una masa biológica sólida usando bacterias adecuadas, generalmente presentes en estas aguas. Una vez que la masa biológica es separada o removida a este proceso se le llama sedimentación secundaria, el agua tratada puede experimentar procesos adicionales es decir un tratamiento terciario como desinfección, filtración, etc. La salida final puede ser descargado o reintroducido de vuelta a un cuerpo de agua natural es decir corriente, río o bahía u otro ambiente ya sea terreno superficial, subsuelo, entre otros. Los sólidos biológicos segregados experimentan un tratamiento y neutralización adicional antes de la descarga o reutilización apropiada.
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| Foto de Valdicor Ambiental, CC de Valdicor Ambiental S.A. de C.V. |
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